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Por ello, tal y como señala Nuria Manzano Soto, directora del COIE y responsable del Observatorio, “era necesario desarrollar un sistema de seguimiento de la inserción laboral y la empleabilidad que nos permitiera disponer de indicadores combinados específicos para una universidad a distancia y para un perfil de estudiante como el nuestro. Los datos que hemos obtenido son útiles no sólo para responder mejor a los marcadores de las instancias externas, sino también para conocer mejor la realidad sociolaboral de nuestros egresados y poder adaptar nuestra oferta a ellos. Finalmente, son marcadores que podrían posicionar mejor a la UNED en los paneles de inserción laboral de los ránkings de universidades”.
El rector de la UNED, Alejandro Tiana, refuerza el trabajo del Observatorio enmarcándolo en los objetivos establecidos en el marco de las Orientaciones Estratégicas de la UNED para los periodos 2014-2018 y 2018-2021. “La mejora de la atención al estudiante y la reafirmación de la misión social de nuestra universidad”, ha señalado, “se concretan en el compromiso de ofrecer de forma transparente estadísticas e indicadores sobre la situación laboral de los estudiantes y el de potenciar su empleabilidad”.
El informe aporta datos en torno a cuatro dimensiones. Por un lado el perfil de los estudiantes de Grado y Postgrado de la UNED; por otro, su situación laboral y los cambios producidos en ella; en tercer lugar, la adecuación del empleo a la formación del alumno y, finalmente, la utilidad e influencia de los estudios para mejorar la empleabilidad.
Dos de los datos más significativos se encuentran en el segundo punto, pues al estudiar la evolución de la situación laboral en los diferentes momentos medidos –al inicio de la titulación, al finalizar la misma y dos años después de haber obtenido el título- se observa que hay una importante variación en la situación de los titulados que trabajan, pues pasan del 70’7% al finalizar los estudios al 80’8% dos años después. Este incremento viene producido porque dos tercios han mantenido la posición de ocupados y porque un 16% de los que no trabajaban al finalizar sí lo hacían dos años después. Estos datos, unidos al 12’5% que mantuvieron una situación de desempleo o inactividad y al escaso 6’6% que pasó de trabajar a no trabajar, permiten extraer uno de los indicadores clave para medir la empleabilidad de la UNED: el 56’03% de los estudiantes que no trabajaban al finalizar la titulación pasaron a estar ocupados dos años después. “Es decir”, explica Nuria Manzano, “más de la mitad de los titulados que al finalizar sus estudios en la UNED no tenían trabajo, sí se encontraban trabajando dos años después”.
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Fuente: Comunicación UNED.
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