El Festival BFOTO celebra su séptima edición, la Fundación Ramón J. Sender colabora desde hace varios años con el Festival en la organización de exposiciones de fotografía en las salas del Centro de la UNED en Barbastro.
BFOTO ha apostado desde sus inicios por la fotografía emergente, aquella que se mueve en los márgenes del discurso establecido y que es especialmente sensible a los cambios sociales. Una filosofía que entronca a la perfección con el eje temático elegido para esta edición con el eterno verso de Jaime Gil de Biedma: Que la vida iba en serio.
En la Sala Francisco de Goya se podrá ver el programa expositivo EMERGENTES 2020, una convocatoria para apoyar a artistas noveles y difundir sus proyectos. Este programa aporta una visión del panorama fotográfico actual a través de la exhibición de la obra de los autores seleccionados. Los proyectos que podrán verse en esta edición son; Inmarcesible de Cristina Sieso, Haiku de Sergio Sainz y Una casa propia: - grafías para la supervivencia de María Romero Pérez.
Y en la Sala Francisco Zueras de la UNED de Barbastro se presenta el proyecto de Esther Naval Casa Solano al que se le concedió la Beca Visionados del festival BFOTO en su anterior edición.
Para las inauguraciones que tendrán lugar el viernes 21 dentro del Festival BFOTO de Barbastro, se ha establecido un recorrido que comenzará a partir de las siete de la tarde: Museo Diocesano, Fundación Ramón J. Sender - UNED, Casa de la Cultura y Teatro Principal.
Nota informativa:
Dada la actual situación originada por la COVID-19 y con el objeto de garantizar el cumplimiento del protocolo sanitario establecido por el Gobierno,
- La inauguración de las exposiciones se realizará al aire libre en el Espacio Gutenberg de la UNED de Barbastro.
- El acceso a la Sala de Exposiciones se limitará a 20 personas.
- Durante la visita será necesario mantener la distancia interpersonal de 2 metros, no tocar las superficies, utilizar el gel desinfectante para la limpieza de manos a la entrada y salida, así como el uso obligatorio de mascarilla en todo el recinto.
CRISTINA SIESO
Inmarcesible
Inmarcesible indaga en las relaciones sociales a través de las sensaciones vividas. Por medio de mi propia experiencia personal exploro el comportamiento entre las personas y cómo las emociones determinan nuestra forma de ser y de vincularnos con las demás.
Dichas emociones son representadas mediante el juego con la forma y figura de diversas naturalezas muertas que me voy encontrando a diario.
Se trata pues de un juego irónico, con el que manifiesto la vitalidad mostrando el deceso y la desaparición de la misma naturaleza que nos proporciona la fuerza y energía para seguir adelante.
Inmarcesible somos todas las personas. Porque no se trata de cuántas veces nos caigamos, sino de cuántas nos levantemos y podamos continuar ese inagotable camino.
Aprendemos y dejamos nuestra huella, pero no nos marchitamos.
Cristina Sieso (Zaragoza, 1987), Fotógrafa Artística (Escuela de Arte de Huesca, 2016) y Diplomada en Turismo (Universidad de Zaragoza, 2010).
Su trabajo e interés recae sobre las emociones y el recuerdo, sobre la memoria propia y ajena que albergamos y desprendemos, el vínculo entre las personas, el constante cuestionamiento y la búsqueda del ser en el territorio a través de su relación con la naturaleza y el paisaje.
Acompañada de su práctica artística, desde 2016 es docente de talleres fotográficos para adolescentes, con los que se centra en la reeducación de la mirada.
SERGIO SAINZ
Haiku
*Haiku parte del concepto japonés “aware”, una especie de melancolía creada por la naturaleza efímera. Breves poemas, a modo de agradecimiento, que el artista crea al presenciar aquello que la naturaleza nos brinda.
Tres daños adolecen al autor a lo largo de su juventud, convergiendo todos ellos en el punto en el que él reconoce la soledad total del individuo frente a la sociedad que le rodea. Este encuentro con la realidad, hace que el autor entre en un estado de total melancolía y tristeza, generando en él, una condición excepcional de hipersensibilidad creadora. Además de un retiro total hacia la soledad y la introspección.
Sergio Sainz nace en un pequeño pueblo del Pirineo Aragonés. Pronto descubre las diapositivas de su padre y encuentra en ellas el modo de comprender el mundo. Con el tiempo la fotografía se convierte en algo más que un hobby, y el arte una herramienta que le llena de plenitud. En Londres, descubre los grandes museos, el arte callejero y The Photographer´s Gallery. En 2017, se muda a Barcelona para estudiar un master de fotografía profesional, en Grisart, donde se adentra de lleno en el arte de la fotografía narrativa, de la mano de Rafa Badía e Israel Ariño.
MARÍA ROMERO PÉREZ
Una casa propia: -grafías para la supervivencia.
Mis fotos son el mapa emocional en el que exploro mis fronteras. Genero construcciones portátiles de papel que son el territorio en el que libro mis batallas, los paisajes en los que trato de anexar victorias. Pero mi verdadera vocación es buscar. Buscar en los recuerdos, en las obsesiones, en los miedos y esperanzas. Buscar en mis luces y mis sombras sin otra meta más que la de encontrar para seguir buscando.
De este modo, en mi pieza "Una casa propia" cada habitación representa una búsqueda distinta.
Usando como hilo conductor esta obra, y valiéndome de mi voluntad taxónoma, presento otras de mis fotos asociadas a los diferentes compartimentos según su temática.
Formalmente, mi caligrafía, el papel y los pequeños objetos transformados son el denominador común de mis fotografías. Las -grafías que me permiten sobrevivir.
María Romero Pérez
Nací en 1983 en Badajoz. Llegué a destiempo a mi familia y ocupé mi lugar de hermana pequeña. A los dieciocho años supe que el arte sería mi piedra angular, por lo que mudé a Sevilla, donde me licencié en Bellas artes en 2006.
Ese mismo año me trasladé a Madrid para estudiar un máster de arte contemporáneo en la Complutense. En 2010 estudié el curso profesional de fotografía en EFTI y en 2011 terminé el máster de concepto y creación en esa misma escuela. Durante todos esos años he tenido muy buenos maestros que me han puesto en contacto con mi verdadera vocación: buscar.
ESTHER NAVAL
C a s a S o l a n o.
“Se retorna siempre desde donde se parte,
pero no se regresa indemne de experiencia.”
Bajo una tierra fértil a las faldas del Morrón crece la vida y araña el tiempo.
En tierras de pastoreo y silencios reviso mis identidades y mi referencia de hogar.
A través de este entorno rural, rastreo los hilos que componen el nudo que conforma mi familia.
Dicen que nuestros antepasados la llamaron Solano porque nuestra casa está orientada al Sur.
Revisito los paisajes de la infancia y de la mano de mi padre, descubro nuevos caminos que me permiten reconocerme a través de una profesión casi extinta, que entrelaza y atraviesa la columna vertebral de mi familia.
Joaquín, mi padre, que se mantiene en el lugar donde lo parieron, recorre torpe los mismos senderos invadidos de tomillo y aliagas con un rebaño menguado por los años y por las fuerzas.
Mi madre, María Cruz, contenida de amor, no rebla ante el esfuerzo de los cuidados y no se recuerda a sí misma sin un dolor sordo, de fondo, de base.
Joaquín, mi hermano, toma el peso de lo vivido y lo no hablado. Crece junto a su hijo y vuela buscando la manera de encontrar el equilibrio.
Acompaño sus caminares, ocupo tiempo en detenerme. Observo.
Los miro en silencio, me remuevo con ellos y abrazo la idea de pertenencia.
Esther Naval
Tras formarse en fotografía artística y fotoperiodismo en Barcelona, viajó, trabajó para diferentes medios, conoció, experimento y regreso a las raíces para entender y mirar, de nuevo, el lugar del que provenía.
De mirada inquieta, emotiva, crítica, poética y posicionada. Se siente privilegiada por poder contar historias anónimas a través de su cámara ser testigo de otras vidas y compartir su sentir.
La fotografía es su estilo de vida y su herramienta de comunicación.