Del 29 de agosto al 11 de octubre de 2014.
De lunes a sábado, de 19 a 21 horas.
Festivos cerrado.
El arte supremo no necesita aclaraciones, expresa sus formas y confía en su encanto sin temor a no ser entendido.
Hermann Hesse
Con el ciertamente enigmático, a la vez que sugerente título “Pinturas pintadas”, Santiago Arranz reúne en la Sala de Exposiciones Francisco de Goya del Centro de la UNED en Barbastro una selección de cuadros –18 óleos de diversos periodos, tamaños y temáticas– que dialogan entre ellos según las analogías que el artista les otorga, estableciendo un diálogo entre pares, –por afinidades temáticas o estilísticas– que, como el propio Arranz afirma, ponen de relieve que en su ya larga y multidisciplinar trayectoria creativa, la pintura fue el origen.
Nos encontramos frente a un artista que como nos indica su biografía, proviene del campo teórico pero que desde los inicios de su formación como historiador del arte siente una imperiosa necesidad de atravesar barreras, de saltar al otro lado. ¿Vocación o predestinación? difícil conjetura. Y es que, como nos dice el mismo Hesse: “Sobre el instante en que se decide el destino interior de un ser humano siempre se expande una oscuridad, como sobre un misterio sagrado”. Cierto es que Arranz nunca ha renunciado a su faceta de investigador, que admirablemente ha sabido conjugar con esa pasión creativa que le inunda y le ha conducido a transitar por los más variados campos de la
creación artística.
Quedan fuera de esta exposición proyectos que han sido determinantes en su evolución hacia la plenitud de su lenguaje plástico, como las obras derivadas de la literatura: Saturnus, Las ciudades invisibles, Kafka… que comenzaron en París a finales de los 80 del pasado siglo, o sus decisivas intervenciones en espacios públicos, basadas en la incorporación de diferentes iconografías originales aplicadas a espacios arquitectónicos muy conocidos en Aragón: Centro de historias en Zaragoza, o la Escuela de Restauración Capuchinas en Huesca, que arrancaron en 1992, con la pintura de dos cúpulas para el edificio municipal El Cubo, de Zaragoza.
De la pintura como voluntad y no como accidente nos habla Santiago Arranz en un pequeño escrito al final de este catálogo, yo añadiría más; de la experiencia creativa, de la técnica, del método y del adiestramiento en el oficio, como voluntad y no como accidente. Parafraseando una vez más al autor de la entradilla de este texto, diríamos que Arranz, en su proceso creativo, desempeña lo que Hesse define como “el imperativo de hacer cuanto debemos hacer para ser plenamente quienes realmente somos”.
María Jesús Buil
Directora de la Sala de Exposiciones
Santiago Arranz, Sabiñánigo (Huesca), 1959
Licenciado en Historia del Arte por la Universidad de Barcelona en 1982.
En 1985 obtiene una beca de la DPZ para estudiar la pintura del Museo del Louvre. Durante este periodo reside en Fontainebleau, donde realiza la serie pictórica Fontainebleau. En 1989 obtiene una segunda beca de la DPH para residir en París, donde continúa investigando en su lenguaje. Destaca en este periodo la creación de su obra emblemática ABECEDARIO (1991) –posteriormente incluida en la exposición colectiva Pintar palabras (2003), expuesta en el Instituto Cervantes de Berlín y Nueva York–.
Su obra, profundamente vinculada a la literatura, ha formado parte de numerosos proyectos literario-artísticos como Saturnus, Le monde du surréalisme, Le cirque, Les cafés littéraires, Exlibris, Lisbonne, Kafka, Pintores literarios...
Otra vertiente muy importante de su producción se desarrolla en los espacios públicos: ha pintado dos Cúpulas para la Nueva Sede de Urbanismo (Zaragoza, 1992) y un mural para el Palacio de los Morlanes (Zaragoza, 1995), ha participado en proyectos arquitectónicos como la Escuela de Restauración Capuchinas (Huesca, 1994), en la Biblioteca María Moliner y el Centro de Historia (Zaragoza, 1998-03), en el diseño de los vidrios para la fachada del edificio de oficinas Business Center (Grupo Plaza 14), (Zaragoza, 2006).
Entre los proyectos escultóricos destacan: El milagro de la vida para la empresa Bieffe Medital en Senegüé (Huesca, 2005), Los cuatro elementos para el nuevo barrio de Valdespartera (Zaragoza, 2005), o el más reciente Esculturas de agua para el edificio Torre del Agua (Ebrosa) en el barrio del Actur (Zaragoza, 2008).