“Se dice que quien sabe cómo vivir no encuentra tigres ni búfalos salvajes en su camino,  y sale del campo de batalla sin ser herido por las armas de la guerra. Pues no halla en él lugar  en el que clavar sus cuernos el búfalo, ni nada donde hincar sus garras el tigre,  ni parte donde hacer blanco un arma de guerra”.
(El libro del Tao) Lao Tse

Una gota de agua puede contener toda la vida y la belleza de la Naturaleza resumida en tan minúsculo espacio que es al mismo tiempo todo un Universo. Los organismos microscópicos que bullen en ella se nos descubren como seres fantásticos y en su lucha por la vida nos muestran su sorprendente apariencia, la armonía de sus formas junto a la magia de sus movimientos, sus indescriptibles colores y transparencias. Sin embargo, a pesar de su aparente simplicidad, sus estrategías de supervivencia, sus mecanismos de defensa, sus sistemas de reproducción o de captura de alimento, son tan sofisticados y complejos como los organismos que podemos ver directamente en nuestro mundo visible.

La vida oculta del agua nos revela la fascinación de este mundo microscópico dejándonos entrever algunos de los secretos de este universo de vida tan desconocido y tan próximo a nosotros y nos invita a su descubrimiento a través de estas imágenes, que como pinceladas en un lienzo, nos acercan a algunos momentos de sus habitantes y de sus vidas. Bacterias y cianobacterias, flagelados, ciliados, rizópodos, diatomeas y désmidos, junto con otros diminutos seres son tan solo una pequeña parte de este universo que nos espera para ser descubierto con estas imágenes y textos.

Fondo fotográfico completo del  Proyecto Agua

En un año como éste, de incertidumbres y mohínas, las artes plásticas han estado, sin embargo, en alza en Barbastro porque han tenido un protagonismo relevante, señalado por dos acontecimientos principales:

En marzo, la masiva exposición Contemporáneos. Cien años de expresión artística en Barbastro, promovida por el ayuntamiento, que reunió en el Centro de Congresos obras de más de medio centenar de artistas barbastrenses, de su comarca y franceses de los vecinos valles pirenaicos.

En junio, la selección de obras para el 8° Premio de Expresión Plástica, que, con periodicidad bianual, convocan la Fundación Ramón J. Sender y el Centro de la UNED, y ahora, en octubre, la exposición de las obras seleccionadas.

Si a estas dos convocatorias artísticas sumamos la programación continuada de la sala de la UNED, con una decena de exposiciones anuales de artes plásticas y de didáctica del arte (la mitad de producción propia) y alguna otra ocasional en el Centro de Congresos, es lógico reconocer que el papel cultural y artístico de Barbastro ha sido  como decía al principio  relevante y a tener en consideración entre las principales ciudades de las provincias aragonesas.

Ahí quedan estos datos y consideraciones para avalar la crónica cultural de actualidad y la historia futura del arte contemporáneo en Aragón.

A esta octava edición del Premio de Expresión Plástica se presentaron 147 obras (bastantes más del doble que en la convocatoria anterior), de las que 31 fueron seleccionadas para esta muestra que se celebra al final de cada edición, coincidiendo con el comienzo del curso universitario. De esta selección, el jurado votó las obras que debían ser galardonadas con su compra.

La primera  con la concesión del premio  fue el dibujo cosido con hilo rojo sobre papel blanco del perfil trémulo de un hombre, desnudo y acurrucado, del oscense Antonio Fernández Alvira, y las dos siguientes votadas fueron sendas composiciones fotográficas: una ovalada, como las antiguas ilustraciones de los cuentos, de la zaragozana Cecilia de Val, de una serie que tituló Érase una vez..., que representa una figura femenina (la suya misma) emergiendo, a modo de una aparición, del agua, entre los chopos; y la otra, del tándem de artistas también zaragozanos Almalé (Javier)   Bondía (Jesús), por un paisaje con árboles recreado en un juego visual y conceptual entre representaciones de marcos utilizados para cuadros.

Pero, como podrán contemplar y juzgar los visitantes de la exposición, tampoco quedan descolgadas de las obras premiadas algunas otras pinturas, fotografía o escultura que hasta el final compitieron con las seleccionadas por los miembros del jurado.

Así pues, desde este espacio privilegiado para la cultura y el arte nuevo de Barbastro que sigue siendo la UNED, pueden disfrutar sus vecinos y visitantes, al menos cada dos años, del arte nuevo que hacen en muchos lugares de España artistas noveles, algunos, o en su madurez creativa, muchos otros, a la vez que se va consolidando una bien argumentada colección institucional que, paso a paso, empieza a ser una referencia en las artes plásticas de Aragón.