Una plaza es un lugar de encuentro, de convivencia e intercambio. Esta ha sido la premisa a la hora de organizar esta exposición y de editar este libro. Las plazas de Barbastro como lugar de encuentro.

Por eso había que conjugar los diferentes aspectos que éstos pueden revestir, procurando mezclar en su variedad edificios y personas, actividades lúdicas, comerciales, religiosas o políticas, personalidades y gente del pueblo, pasado y presente. Es un libro que pretende una divulgación de calidad, amena, directa y entrañable. A todos los barbastrenses, y a todos aquellos que desean conocer mejor esta ciudad y sus habitantes, su historia inmediata. Contiene algunas novedades, tanto en las fotografías como en los datos que aporta; pero resulta sobre todo un compendio oportuno, amable, de la historia e imágenes de una ciudad en los últimos 120 años. Aunque lo más importante son las imágenes, de las que ofrecemos 177, hemos procurado que contaran con las explicaciones suficientes.

El libro consta de 20 artículos, con una introducción general. En el recorrido realizado aparecen la mayor parte de las plazas de Barbastro, procurando incidir en las mismas desde uno o dos aspectos principales en cada artículo. Cuando su importancia así lo ha requerido, hemos ampliado el número de artículos sobre una misma plaza, como en los casos de la Candelera o del Mercado. La historia ha tenido su protagonismo en las plazas de la Candelera y del Mercado. El arte en la plaza del Mercado. La política en la plaza de la Constitución. La religiosidad en las plazas de San Francisco, Palacio y del Mercado. El comercio en las del Mercado, San Ramón y Diputación. La participación ciudadana y la fiesta en las de la Candelera, López Novoa, de Toros y del Mercado...

En este sentido, hemos de hacer referencia a la variedad de sus autores. Han colaborado varios historiadores, comenzando por Luis Alfonso Arcarazo y María Pilar Lorén, Juan José Nieto, Juan Carlos Ferré o el que escribe estas líneas, Martín Ibarra. Arqueólogos, como María Nieves Juste. También el director del museo diocesano y responsable de Patrimonio de la diócesis de Barbastro, don Enrique Calvera; la profesora de arte Elena Palá y la licenciada en arte Leticia Alfós. Carlos Cebollero, Esperanza Rambla y Salvador Rambla son arquitectos. Ángel Huguet y Eduardo Ramírez periodistas. Antonio Soláns informático. Salvador Fierro y Luis Montes son presidentes de la asociación de vecinos de San Fermín el primero, del Entremuro el segundo. En total diecisiete personas.

A éstos habría que añadir aquellos que de forma directa o indirecta han contribuido a esta exposición, cediendo sus fotografías para la misma. Unos lo hicieron a través de su participación en el Concurso fotográfico organizado en el otoño de 2003, entre los que cabe destacar a Pilar Castán, Marisol Castillo y Antonio Buil. Otros han ayudado a que se conozca mejor nuestra historia, nuestra ciudad. Deseo destacar a la familia Acín, Enrique Albert y Francisco Molina. Algunos han respondido positivamente a nuestra petición de colaboración, como Francisco Viu, Manuel Micheto -de Calatayud-, Blas Broto, Alfredo Ezquerro o el Ayuntamiento de Barbastro, etc. Otras fotografías son de los autores de los artículos, que las han aportado de sus propios fondos y, en el caso de los presidentes de las Asociaciones de Vecinos, de los fondos de sus respectivas asociaciones. Lo mismo hemos de decir del semanario barbastrense El Cruzado Aragonés, que ha puesto a nuestra disposición su archivo. En fin, no podemos acabar sin mencionar la obtención de fotografías de la Diputación Provincial de Zaragoza y de la Diputación Provincial de Huesca. Hemos de agradecer el trato recibido en todo momento por Juan José Generelo, Blanca Otal y José Miguel Pesqué.

Por último, nuestro agradecimiento a la UNED de Barbastro por la posibilidad de exponer en la sala Francisco Zueras, y a María jesús Buil, directora de la Sala de Exposiciones, las facilidades para un buen desarrollo de la misma.

La colaboración con la Diputación Provincial de Huesca, a través de su Fototeca, ha hecho posible la publicación de este catálogo. Es el primer eslabón de una cadena que esperamos que sea larga y fructífera por ambas partes, especialmente en aquellas actuaciones en beneficio de nuestra ciudadanía.

Por último, deseo que esta publicación de las plazas de Barbastro dé a conocer mejor nuestra ciudad, tanto a los barbastrenses como a aquellos que visiten la exposición o lean este catálogo.

MARTÍN IBARRA BENLLOCH