Durante el presente mes de junio, y como colofón de las Exposiciones programadas en la Sala Francisco de Goya por la Fundación Ramón J. Sender/UNED Barbastro, para el actual curso académico, presentamos las obras del joven artista aragonés, residente en Madrid, Fernando Martín Godoy ganador del primer premio en la IV convocatoria del Premio de Expresión Plástica Fundación Ramón J. Sender, celebrada el pasado año 2002.

Pintor e ilustrador, Fernando Martín Godoy, llevaba ya tiempo haciendo análisis plástico sobre diversos paisajes rurales. Se presentó no obstante al concurso con un óleo sobre lienzo que, bajo el título Carretera, nos mostraba su línea más actual de trabajo: los paisajes urbanos.

Si lo que pretendemos es buscar antecedentes en los cuadros que componen esta Exposición, resulta sencillo retrotraerse hasta el denominado “fotorrealismo” norteamericano de los años setenta del pasado siglo XX, con Don Eddy y sus fragmentos de coches o Richard Estes y sus vistas urbanas. Comparte con ellos la utilización de la cámara fotográfica para captar fragmentos de la realidad que con posterioridad serán utilizados como modelo para sus lienzos.

SAN BERNARDO

Acrílico sobre lienzo.
100x100 cm. 2003

 

 

Pero Martín Godoy va aún más lejos, no le interesa cualquier fragmento del paisaje, ya sea éste rural o urbano, ni cuando encuentra aquél que le motiva y le seduce a cualquier hora. Paseante impenitente y contumaz de ese preciso instante en que la luz del día nos abandona, y las sombras incipientes de la noche van tejiendo en los volúmenes urbanos esa especie de vacilación que nos llena de desasosiego. Obsesionado por aprender esos momentos evanescentes de la realidad modificados por la proximidad de la noche que son los que después, con la calma necesaria y suficiente, aramado de pinceles, aceites y pigmentos, trasladará a la tela donde los detendrá.

Los paisajes urbanos de Martín Godoy son penetrables con la imaginación. A cada espectador o espectadora le traerán olvidos diferentes. Porque nuestros recuerdos se conforman a partir de memorias y extravíos, conscientes e inconscientes.

Esos momentos detenidos con que nos obsequia Fernando Martín Godoy en esta Exposición, nos llaman a dilatar en lo posible el tiempo de la observación. De cada uno de sus cuadros, vacíos de presencias humanas evidentes, fluye la vida que intuimos al abrigo de inclemencias, arropada en el interior de coches o edificios. El oficio del artista es evidente, su habilidad técnica indiscutible. Deseamos que disfruten vivamente con la contemplación de las obras.

María Jesús Buil
Directora Salas de Exposiciones Uned Barbastro