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El
colega Carlos Azagra nació, como tú y yo, en esta "unión
de desatinos en lo universal" llamada España. Maño, como
Buñuel, aunque nacido en Morón de la Frontera (Sevilla), supo
desde el principio que los curas viven por la cara, los civiles
por el tricornio y los caciques por la bragueta; que el
franquismo agonizó matando, y que la demoqué desembarcó
cargada de parásitos.
Sabiendo todo eso, con los
bártulos de pintar y las ideas claras, inició una revolución
de papel, conocida en mi barrio como "la pedorreta del
panfletismo ilustrado". Había que informar a los de a pie
de los desastres pergueñados por los mandatarios del recambio.
Y había que hacerlo desde el humor y la solidaridad bien
entendida. Pluma en ristre, el Opisso de los descamisados entró
en faena para alegrar a los depres y despertrar a los
soñadores.
De la mano de PGB (Partido de
la Gente del Bar), Azagra ha adornado las ciudades y los pueblos
de España con carteles, discos, adhesivos y chapas, dedicados a
lo que pudo haber sido y no fue. Desde La Lletra A hasta La
Polla Récords, pasando por La Barrila o El Katakrak, nada ha
quedado en el tintero de este "maño" alidado con la
Revuleta. Y es que, como ya dijimos al principio, el propósito
de sus "estampas urbanitas" era acercarse a los
problemas de cajón de los españolitos de Machado.
Sin evadir soluciones, pero con
ideas de tinta china, el trabajo de Azagra ha servido para
promover asuntos tan debatidos como "La guía antimili",
"Ni OTAN, ni hostias", "L'activitat als Casals"
o "Tanques sí, pero de cerveza".
Villanos o vasallos, tronkos o
komandos, nada escapa a la visión subversiva de este minotaire,
a quien debemos paridas tan luminosas como el "No votes,¡botalos!",
"600 Durrutis", "Comando Gazapo", "La
Alcarria independiente" o "La Asociación de Borrachos
de Badahó".
La basca que colecciona sus
estampitas tiene con Azagra una deuda pendiente, a pagar en la
barra de las esquina.
Como dijo el poeta: "De la
sociedad de la KK...¡Bakunizaté!"
Rai Ferrer (Onomatopeya) |