El jueves, 10 de diciembre, a las 20,30 horas, en el Molino Periel. Participan, Tere Otal, profesora de Lengua y Literatura en el IES San Alberto Magno, Berta Fernández, concejala de Educación, y Sagrario Ramírez, autora del libro y profesora-tutora de las asignaturas Lengua Castellana y Comentario de Texto del Curso de Acceso, en el Aula de la UNED de Sabiñánigo, desde el curso 1999/2000.
«Lector amable, si te has fijado en este libro, debo decirte que, acaso, no sea yo la única autora de este relato de relatos emparentados.
Sí, torturé el teclado de mi vetusto ordenador, pero los chismes, sueños y chafarderías de estas tierras me los contaron los pedregales y sus cantos berruecos, me los soplaron bajito a la orella las ramas del bosque, en la espera atenta al paso furtivo del jabalí por la hojarasca. Agucé mi alcahuetería y pesqué retazos de charlas en bares de pueblo —olor de café requemado y pacharán—. Rebusqué en libracos viejos y, entrometida, imaginé otros finales, porque sus personajes me lo pedían a gritos y tenía que darles nueva vida en el papel, aunque la página en blanco dé más miedo que una ladera de nieve avalanchosa.
Si aún quieres leerlo, conocerás a un profe de Secundaria, enamoradizo sin suerte que en una noche mágica cruzará su vida con la sombra del Tigre del Maestrazgo y con el amor. Porque esta tierra dura y despoblada abunda en seres solitarios: ese “cura y su penitencia”, aficionado al buen trago, o “El otro Galahad”, juguete roto, que debe ajustar cuentas con el pasado. Verás tipos como tus compadres de la cuadrilla o los parientes del pueblo. Aquí no hay superhéroes, salvo que sea heroicidad querer ser feliz desafiando moralidades, hasta en un infernal lugar pequeño y escrutador de vidas ajenas: “Una broma y nada más”. Como broma sea que las cursis novelas rosas se encarnen en una Jane Eyre del Maestrazgo. Te podrás asomar al abismo de una de esas fosas de la vergüenza: "Ella quería rosas". Y mucho más.
Porque esta extraña tierra de Aragón, con su geografía loca de cordilleras, estepas, desiertos y sierras de guerrilleros, que ha creado individuos geniales, tiene mucho que contar. He unido con un hilo invisible las altas tierras del Bajo Aragón y las cumbres del Pirineo, aprovechando la inmovilidad forzosa que me "regaló" una mala caída en el glaciar del Aneto; es el precio que me tocó pagar después de tantos años de hacer la cabra por esos riscos, pero no hay mal que por bien no venga. Salud».
Sagrario Ramírez
Sagrario Ramírez Martínez (1955) decidió vivir en Jaca, en pleno Pirineo aragonés, por ser lugar privilegiado para su afición a la práctica de actividades de montaña. Licenciada en Filología Románica por la Universidad Complutense de Madrid, ha sido profesora de instituto durante más de treinta años y se declara acérrima defensora de la enseñanza pública. En 2015 alcanzó la ansiada jubilación, aunque reconoce que echará en falta a los chavales y algunos de los buenos ratos de clase.
El gusto por la escritura, la lectura y los viajes están en el origen de sus textos. Ha publicado en diferentes revistas de alpinismo y aventura: Grandes Espacios, El Mundo de los Pirineos, Mayencos..., donde refleja experiencias vividas en montañas de España, Irán, Pakistán, Alpes franceses, italianos y suizos, Andes y Mongolia, entre otras. Colaboró en el libro que conmemora la expedición conjunta al Karakorum del Club Pirineísta Mayencos y del Grupo Militar de Alta Montaña (EMMOE), De Oroel al Gasherbrum II (Videar, 2006). Con la Comarca del Alto Gállego inició la colección Retazos y Semblanzas, con el libro Sabina, memorias entretejidas, al que siguieron la participación en Voluntarios y En tierra extraña. Relatos de emigración. Ha publicado en las obras colectivas Cuentos que llevó el cartero y De botellas y náufragos con el Taller de Creación Literaria Fuentetaja de Madrid. En la editorial Pirineum se han editado dos relatos en los libros Orosia, mujeres de sol a sol y Pirineos, país de cuento. Colaboró también en el monográfico Maestras (Prames). Con la novela Cumbres bochornosas (Barrabés) dio un paso más en el proceso de creación con una parodia de la llamada «literatura alpina». Recibió el Segundo Premio en el Primer Certamen Palabra de Mujer, convocado por el Instituto Aragonés de la Mujer, así como el Tercer Premio en el V Concurso de Relato Breve Villa de Binéfar (2001). Con Relatos de pasos perdidos (Mira, 2008) inició una entrañable relación que siguió con la participación en el volumen Relatos para el número 100 y la antología Desde las tierras altas.
Fuente: Mira Editores