La semana pasada se publicó en el BOE el Real Decreto 1699/2011 que regula la conexión a la red de las instalaciones de producción de energía de pequeña potencia, como pueden ser unas placas fotovoltaicas o una miniturbina eólica. Este texto introduce importantes novedades y empieza a despejar el camino para el autoconsumo con renovables, un cambio que despierta grandes expectativas
Esta nueva normativa extiende una serie de facilidades que ya tenían las placas fotovoltaicas para conectarse a la red (con el RD 1663/2000) a otras muchas tecnologías diferentes, como la minieólica o la cogeneración. Y mejora algunos aspectos. En concreto, la regulación se aplica (artículo 2) a instalaciones pequeñas de una potencia no superior a 100 kilovatios (kW), así como a otras mayores, de cogeneración y biomasa, cuyo límite se fija en 1.000 kW. “En todo el tiempo que ha tardado en aprobarse el decreto, se han producido mucho cambios, pero este texto siempre será mejor que lo que teníamos antes, que era nada; esto nos permite nacer como sector”, comenta Javier Forte, presidente de la sección de minieólica de la Asociación de Productores de Energías Renovables (APPA), que asegura que “el futuro de las renovables pasa por la microgeneración distribuida”.
Una de las novedades de esta norma (artículo 9) es que instaura un nuevo procedimiento abreviado para las instalaciones más pequeñas de una potencia no superior a 10 kW. En este caso, se piden menos requisitos a los dueños de las instalaciones y se acortan los plazos para que las empresas eléctricas respondan a la solicitud de conexión.
Hoy en día, cuando se instalan unas placas fotovoltaicas en casa conectadas a la red lo que se hace es volcar toda la producción al sistema eléctrico para que la aproveche otro. Se vende toda la electricidad renovable a la empresa distribuidora a un precio más alto (pues incluye una prima) y luego se consume la que se necesita de la red como cualquier otro ciudadano, a la tarifa habitual. Se vende a un precio mayor del que se compra y así se obtienen unos beneficios que permiten ir amortizando la instalación renovable.
Ahora bien, como explica Jaume Margarit, director de Energías Renovables del IDAE, este nuevo decreto empieza a preparar el camino para un nuevo escenario totalmente diferente: el momento en el que resulte más ventajoso económicamente consumir la electricidad renovable producida que pagar más por la de la red. ¿Cuándo será más barato un kilovatio hora producido con estas instalaciones renovables, sin subvenciones, que otro de las tecnologías contaminantes? Posiblemente, en menos tiempo de lo que se cree. Pero antes de eso, tardará todavía menos en llegar el día en que el coste de la energía generada por un particular con unas placas fotovoltaicas en su casa sea menor que la tarifa eléctrica que pagamos (pues la tarifa incluye muchos otros costes adicionales de la red y del sistema).
Según el director de Energías Renovables del IDAE, esto ocurrirá en unos tres años, seguramente en 2015. Para la Asociación de la Industria Fotovoltaica (ASIF), el autoconsumo es ya incluso más rentable hoy mismo en algunos casos concretos en España: como en Canarias. Con la energía fotovoltaica, esto será distinto en cada sitio y dependerá de la insolación de la zona y del coste de la instalación solar, que cae en picado. En el Plan de Energías Renovables 2011-2020, el IDAE estima que el coste de las instalaciones fotovoltaicas en tejado pasará de 2,89 euros/vatio en 2010, a 1,90 €/W en 2015 y a 1,32 €/W en 2020. Sin embargo, ASIF asegura que los precios actuales corresponden ya a los que estaban estimados para 2015. “Ahora mismo se pueden encontrar en el mercado internacional incluso placas a 1 €/W”, explica Tomás Díaz, representante de esta asociación fotovoltaica, que explica que el kilo de silicio ha bajado de 450 euros en 2008 a 20 euros en la actualidad. Además, existe un tercer factor que será también determinante: “Las tarifas eléctricas que pagamos van a tener que subir y esto va acelerar la competitividad de estos sistemas”, recalca Margarit.
El autoconsumo tiene mucho que ver con otra de las novedades del RD 1699/2011, como es el establecer por primera vez unas condiciones específicas para la conexión en redes interiores (artículo 13). En la distribución de electricidad, las redes que pertenecen a las empresas eléctricas van por cables hasta el contador de cada casa (que también es de las compañías), pero a partir del contador la propiedad ya es del particular y esto es lo que se denominan redes interiores. Hasta ahora, aquel que quisiera conectar una instalación eléctrica lo debía hacer a la red de las empresas de distribución, pues no había una norma que determinara como conectarse “aguas arriba” del contador. “Ahora sí se establece cómo hacerlo”, detalla Margerit, “pues si hablamos de autoconsumo es evidente que hay que verter esa electricidad dentro de tu propia red”.
Asimismo, este real decreto (en su disposición adicional segunda) estipula que, en el plazo de cuatro meses desde su entrada en vigor, el Ministerio de Industria presente una propuesta de real decreto cuyo objeto sea ya la regulación específica de las condiciones administrativas, técnicas y económicas del autoconsumo. El borrador de esta propuesta entró ya para su análisis en la Comisión Nacional de la Energía (CNE) e introduce otro elemento nuevo muy interesante: el balance neto (net metering, en inglés). Existe mucha expectación en el sector por este otro decreto.
Como explica el director de Energías Renovables del IDAE, las tecnologías que van a llegar antes a ser competitivas son la fotovoltaica y quizá la minieólica, dos sistemas no gestionables cuya producción depende del sol o del viento. Si un particular necesita energía cuando su instalación no está produciendo siempre puede recurrir a la electricidad de la red eléctrica. Pero, ¿qué pasa cuando tiene exceso de kilovatios? Puede ocurrir que esté soplando viento por la noche sin que se pueda consumir en ese momento la electricidad de su mini turbina eólica. O simplemente que se vaya de fin de semana y no pueda aprovechar la energía producida por unas placas fotovoltaicas. En el caso de instalaciones cuya producción en un edificio puede repartirse entre muchas viviendas esto es más fácil de evitar, pero para un único particular puede resultar difícil encajar su curva de demanda con la de producción.
La idea del balance neto es que el consumidor pueda ceder a la red general esta energía que no va a aprovechar, sin contraprestación económica alguna, y a cambio pueda consumir de la red de forma gratuita una cantidad equivalente cuando la necesite. Una especie de trueque.
Según especifica Margarit, gestionar estos excedentes constituye un servicio por el que el consumidor que optase por el balance neto tendría que pagar algo. A fin de cuentas, se le está permitiendo aprovechar una electricidad que se iba a perder sin que pudiera utilizar. Por otro lado, la propuesta es que un consumidor no pueda quedarse con excedentes por compensar al final de un periodo de un año. “En un año tu balance tiene que ser como mucho cero y esta es para mí una de las condiciones importantes”, detalla el representante del IDAE. “Ser autoconsumidor significa que vas a consumir todo lo que produces, lo que obliga a ajustar las instalaciones a la realidad de uno; tú no puedes meter una instalación grandiosa en tu casa y enviar todos los excedentes a la red, porque entonces serías un generador sin pagar nada por ello”.
¿Cuánto puede costar hoy en día colocar en casa unas placas fotovoltaicas o una miniturbina eólica? Según los datos de ASIF, una instalación fotovoltaica tipo de 5 kW costaba en 2008 unos 32.500 euros y hoy en día el precio puede estar ya por los 12.000 euros.
En cuanto a la minieólica, la situación es diferente, aunque todo depende del viento y el sol de cada zona. Como especifica Forte, una turbina eólica todavía es un producto que se fabrica a pequeña escala. El precio de un miniaerogenerador de 3 kW puede estar entre los 21.000-27.000 euros. “La minieólica no necesita subvenciones monstruosas, pero sí un apoyo para su lanzamiento, estos productos no están todavía industrializados”, comenta el representante de APPA, que llevaba años pidiendo la aprobación de este real decreto. “Ya se puede poner una instalación de minieólica sin que sea alegal”.
Fuente: El Pais
M.D. UNED Barbastro