Eugenio Ocaña
EL BANQUETE

Del 30 de noviembre de 2007 hasta el 18 de enero de 2008.
De lunes a viernes, de 18 a 20 horas
Sábados, de 19 a 21 horas
Festivos cerrados

Horario de Navidad:
Del 22 de diciembre al 5 de enero, de 18 a 21 horas.
Festivos cerrado incluidos los días 24 y 31 de diciembre.

Nota informativa: El horario de apertura se adaptará a las necesidades de los grupos escolares o grupos en horario concertado, previo contacto con la UNED (tel. 974.316.000)

 


 

Como viene sucediendo cada dos años, la Sala de Exposiciones Francisco de Goya de la UNED en Barbastro cede sus muros al ganador del Premio de Expresión Plástica Fundación “Ramón J. Sender”- en este caso al ganador de la sexta edición -.

Eugenio Ocaña, Primer premio en la edición de 2006, nos trae, desde su estudio en Granada, una serie de pinturas, minuciosamente trabajadas, en las que a pesar de su juventud -aún no ha cumplido los treinta años-, demuestra una excelente maestría. Bajo el título de "El Banquete" el artista rememora aquellas pinturas y bodegones del los grandes maestros del S. XVII magníficamente representadas por Velázquez o Zurbarán, el primero andaluz como Ocaña y el segundo, aunque extremeño de nacimiento, andaluz también de adopción.

 

 

Bodegones intimistas, -denominados muchas veces como "naturalezas muertas"- en los que se nos muestran los objetos desprovistos de algún acompañamiento que pudiera distraernos de su observación. El tratamiento de los claroscuros, de un excelente virtuosismo, junto a la capacidad para la mezcla del color y un magnífico trazo en el dibujo que subyace a la pintura de Eugenio Ocaña, consuman esa sensación de veracidad, de realismo y cercanía en la contemplación de las obras. Una serie de retratos de personajes anónimos acompañan esta exposición; los títulos de estos cuadros indican que el interés de su autor se halla más centrado en el objeto puntual con el que se muestran los retratados que en los personajes mismos: "sandía", "caracoles". se erigen en protagonistas absolutos. Los retratados resultan aquí meros actores, necesarios para mostrar la situación que se intenta describir con asombroso realismo.

 

Eugenio Ocaña, miembro de una generación de jóvenes artistas que buscan un camino personal para desarrollar su creatividad, ha optado por una pintura figurativa y decididamente original con algún ligero matiz irónico. Percibimos en Ocaña un futuro prometedor y plagado de sorpresas. Cualidades no le faltan como podrán observar quienes acudan a visitar la muestra.

María Jesús Buil Salas