El pasado mes de marzo, las numerosas personas que asistíamos a los actos de celebración del décimo aniversario del Consorcio Cultural Goya-Fuendetodos, escuchamos al alcalde, Joaquín Gimeno dolerse del protagonismo que han cobrado, una vez más, los Desastres de la guerra, seguramente la más famosa de las series de grabados del genial artista nacido en su localidad.

Hace un año que comenzamos negociaciones para poder mostrar en las Salas de Exposiciones de la Universidad Nacional de Educación a Distancia de los Centros de Barbastro y Calatayud la muestra que ahora presentamos, ya corrían vientos de guerra. Desgraciadamente, en el planeta Tierra han sido escasos los períodos de la historia en que la guerra, o los vientos que la preceden, no hayan estado presentes. Poco podíamos imaginar sin embargo que las imágenes representadas en estos grabados acabarían cobrando tan rabiosa actualidad. Tanta que incluso los famosos hermanos Chapman, -artistas conceptuales de nacionalidad inglesa- van a inaugurar por estas fechas en el Museo de Arte Moderno de Oxford una polémica, como todo lo suyo, exposición con montajes efectuados a partir de la manipulación de una serie original de los grabados que Goya compuso tras la Guerra de la Independencia.

 

ESTRAGOS DE LA GUERRA

En este grabado, según Lafuente Ferrari, nos encontramos ante la que quizás sea la primera escena de bombardeo sobre la población civil de toda la historia del arte.

La invasión de las tropas de Napoleón en 1808 suponen para España una gran conmoción. Francisco de Goya asistió sobrecogido a los terribles sucesos. Sus ideas liberales e ilustradas le hacían ver con buenos ojos la posibilidad de un cambio de régimen en nuestro país, pero al mismo tiempo los abusos, la crueldad, muchas veces gratuita, de las tropas de ocupación, le hicieron entrar en crisis. De este dolor y desencanto son hijas las planchas de los Desastres de la guerra. Ochenta visiones diferentes, casi todas infinitamente trágicas, que inicia en 1810 y que no da por concluidas hasta la década siguiente. Habrán de pasar más de cuarenta años (1863) para que pueda ver la luz la primera edición de esta serie de grabados. Goya llevaba más de tres décadas muerto.

El Centro de la UNED en Barbastro, que el presente año 2003 conmemora su veinte aniversario, ha querido rendir un sentido homenaje al genial pintor nacido en Fuendetodos, cuyo nombre ostenta desde su inauguración la nueva Sala de Exposiciones. Así pues, durante todo el mes de mayo se podrán contemplar los grabados de la serie Desastres de la guerra que posteriormente viajarán hasta Calatayud, donde permanecerán hasta finales de junio.

A Goya, como a nosotros, le duele en lo más profundo la violencia que genera la guerra. El hambre, la miseria, la angustia, el miedo y lo soledad -de vivos y de muertos- están presentes en cada una de las estampas. Ojalá, como manifestaba el alcalde de Fuendetodos, dejen de estar de actualidad estas terribles imágenes. Ojalá la cordura se imponga para siempre.

 

María Jesús Buil
Directora Salas de Exposiciones Uned Barbastro