En el año 1994 se hizo entrega de nuestra finca y nuestra colección de arte al Ayuntamiento de Huesca, con una sola condición: "un albergue digno" para ésta. Y aunque el albergue digno no se había materializado, se hizo la donación ante notario porque consideramos suficiente la voluntad manifestada por el Ayuntamiento, al permitir que la Fundación encargase el proyecto del Centro Aragonés de Arte Contemporáneo.

Por aquel entonces, año 1991 , no se pensaba en un edificio de nueva planta, sino en una restauración en el casco antiguo. Se barajaron diversas opciones: Capuchinas, Simeón, Seminario, Matadero, Villahermosa..., pero ninguna llegó a buen término. Ya más tarde, siendo alcalde don Luis Acín, nos propuso construir de nueva planta un edificio en nuestra finca, pero nos negamos; no queríamos cortar árboles ni ver turbada nuestra paz en la vejez con los problemas que seguramente se presentarían. Acín nos convenció cuando propuso comprar la finca de 3 hectáreas colindante con la nuestra por el norte.

Fue en aquel momento cuando se empezó a pensar en la posibilidad de algo más importante que en un simple albergue para nuestra colección. Aragón carecía de un Museo de Arte Contemporáneo, y en Zaragoza acababa de fracasar una propuesta en este sentido. Había una posibilidad y teníamos que intentarlo.

En el año 1991 habíamos convenido con el alcalde don Enrique Sánchez Carrasco, que si se decidía construir un edificio de nueva planta, nosotros elegiríamos el arquitecto sin concurso previo. Pero esto no podía aceptarlo el Ayuntamiento por razones legales. El convencimiento de que un arquitecto importante pudiera ayudar, hizo que mantuviéramos con firmeza la idea. Así que, o se cumplía la exigencia, o Huesca perdería la colección. Fue el secretario del Ayuntamiento, señor Marco, quien sugirió crear una fundación. Ésto podría nombrar al arquitecto sin concurso, y yo propuse a Rafael Moneo. Moneo aceptó después de ver la colección y el espacio donde se iba a construir el "Centro Aragonés de Arte Contemporáneo".

Aquí quiero dejar constancia de lo que este proyecto le debe a don Luis Nozaleda, dueño de ENATE, y a don Ramón Justes. Confieso que sin ellos yo no hubiese sido capaz de resolver la cantidad de problemas que se nos echaron encima.

Cuando Moneo presentó el proyecto definitivo, encantó a todos. Yo sólo faltaba un pequeño detalle: la financiación. El Ayuntamiento tenía, como siempre, dificultades económicas, pero la Fundación, en la persona de su presidente estaba ya dispuesta al peregrinaje financiero cuando nos llamó don Javier Callizo, consejero de Cultura y Turismo. Había visto el proyecto de Moneo y estaba dispuesto a jugar fuerte porque creyó que valía la pena, hasta el punto de proponer a la Fundación el financiamiento por parte de la D.G.A. de todo el proyecto. Eso era muy importante porque significaba además la entrada del futuro Centro de Arte en la Red Nacional de Museos, asegurando así su futuro.

En este momento en que la obra del Centro Aragonés de Arte Contemporáneo empieza a surgir del nivel cero, queremos demostrar nuestra satisfacción al Consejero don Javier Callizo, dando a conocer buena parte de las obras de arte pendientes de donación.
La decisión para la entrega efectiva se tomará de común acuerdo entre los propietarios, el Consejero, el Patronato de la Fundación y el Ayuntamiento de Huesca, en el momento en que se considere oportuno.

José Beulas