Rendir homenaje al artista oscense Ramón Acín, asesinado igual que su mujer en agosto de 1936 por sus ideas libertarias, era un deseo desde que se iniciaron las actividades en la Sala de Exposiciones de la UNED en Barbastro, que finalmente se ha cumplido. Como ha ocurrido en otros casos la figura artística y humana de Ramón Acín (Huesca, 1888-1936) quedó silenciada durante casi cincuenta años. Para muchos oscenses, nacidos con posterioridad a la guerra civil española, las únicas referencias al artista se materializaban en su famosa escultura, magnífica en su sencillez, dedicada a las Pajaritas que permaneció, ajena a todo, en el parque de su ciudad, -cabe pensar que su mensaje conceptual-libertario resultaba difícil de captar en determinados ambientes de la época.

En la presente Exposición, además de la capacidad creativa de Ramón Acín, -ampliamente estudiada como se desprende de la relación bibliográfica aportada por el profesor García Guatas, profundo conocedor de su obra y sin cuya labor de catalogación y adquisición a sus hijas de su obra artística y documentación personal para el patrimonio cultural de Aragón cuando ostentó la Dirección General de Patrimonio en la D.G.A. resultaría difícil de admirar en su conjunto-, pretendemos destacar la faceta humana del personaje, lo atractivo de su personalidad:"activo militante anarcosindicalista, pedagogo innovador, humanista, apasionado escritor. Consecuente y profundamente comprometido con su entorno social" en palabras de Sonya Torres Planell.

Acín trabajaba para re-crearse -crearse otra vez-. Dibujaba y pintaba por necesidad temperamental, escribía dejándose llevar por el mismo impulso nos dice su amigo Felipe Alaiz. Su amistad con Buñuel y su compromiso anarquista le llevó a producir en 1933 la película "Tierra sin pan" más conocida como "Las Hurdes" utilizando para ello el dinero de un premio de lotería que a él, como a muchos otros vecinos de Huesca, le había correspondido el año anterior. La película en la que se fusionaba el cine, la etnografía y el periodismo, acabó siendo un documental en el que se reflejaban las contradicciones políticas del momento. Eran "años de mal en mejor" en palabras de Acín. Su optimismo intransigente le hacía ser tan bueno como era y probablemente más confiado de lo que debió ser, no sigue diciendo Alaiz.

Queremos también agradecer al colectivo CAVE CANEM su participación comprometida en este homenaje a la figura de Ramón Acín con el montaje titulado "Granja de Pajaritas" que, como ellos dice, es un homenaje a todos y todas las que pensaron y piensan con libertad.

No nos cabe duda de que quienes se acerquen a visitar esta Exposición se aproximarán al personaje artístico y humano que fue Ramón Acín y podrán intuir, por lo que se vislumbra, lo que hubiera llegado a ser. Esto, claro, si la sinrazón y el miedo a las ideas no hubieran acabado con su vida cuando aún estaba en plenitud creativa.

María Jesús Buil
Directora de la Sala de exposiciones