La presencia, en la Sala de Exposiciones Francisco Zueras de la UNED en Barbastro, de la obra de Katia Acín Monrás en el mismo espacio físico y temporal en el que se le rinde homenaje a su padre Ramón Acín tiene una doble lectura. Pretende por un lado dar a conocer al público su faceta de artista reputada y magnífica grabadora, con una trayectoria personal reconocida y consolidada en los últimos años, pero además y también, quiere ser una aproximación a la magnífica, sugerente y plural personalidad de una mujer a la que, como sujeto pasivo de un drama, le tocó vivir "tiempos difíciles" que por suerte para todos no pudieron con ella. Conforme te adentras en la peripecia vital de Katia Acín Monrás vas entendiendo que su obra es fiel reflejo de su vida. Su especial personalidad, modelada por la figura de un padre próximo y admirado y un ambiente familiar ideal para una niña despierta y creativa, se construye y deconstruye en el en el amargor de una adolescencia difícilmente imaginada en la que, en un intento vano de borrarlo todo, le cambian hasta el nombre. Pero, como bien dice el profesor García Guatas cuando habla de la losa de silencio que durante casi medio siglo sepultó la insólita figura del padre de Katia: el tiempo es rebelde y la realidad tozuda. Y aquella niña para la que se proyectaba una educación liberal en la Institución Libre de Enseñanza, aquella adolescente a la que se le rompió el futuro en un mes de agosto de 1936, llegó a esa edad que para otros supone el fin de los proyectos con muchos sin cumplir y, como podemos ver en la Exposición que presentamos, con fuerza suficiente para alcanzarlos todos. Katia ingresa en la Facultad de Bellas Artes de Barcelona tras jubilarse en Huesca como profesora de Historia. Katia se especializa en grabado porque cree que es lo que más se ajusta a su manera de relacionarse con el arte. Katia, al igual que su padre Ramón Acín, cuando crea se re-crea. Porque, como ella misma confiesa, con la edad aparecen más nítidos los recuerdos y a veces tiene que borrarlos a golpe de buril y gubia. Milagrosamente el resultado desprende tanta fuerza y belleza que difícilmente se comprendería si separáramos su trayectoria vital de su trayectoria artística. Durante todo el mes de octubre, en la Sala de Exposiciones Francisco Zuera de la UNED en Barbastro, podremos admirar la obra de esta mujer y artista excepcional que es Katia Acín Monrás.
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Linóleo/Papel Super Alfa. 76x56 cm. 1996. |
Del 3 al 30 de Octubre de 2001 lunes a sábado, de 18 a 21 horas. SALA FRANCISCO ZUERAS Acceso a las Salas por el Espacio Gutenberg |